Me pregunto qué Silke me hubiera encontrado en sus inicios, cuando aún no habíamos sido capaces de cortarle las alas a su ingenuidad, cuando todavía no la habíamos convertido en un producto a vender, en una imagen a explotar. La imagen vendió, arrasó, fue todo un éxito. Nadie pensó en lo que había detrás de esa imagen. Tampoco a nadie le importó si coincidía con la realidad. Por eso tal vez a todo el mundo le sorprendió que Silke abandonara todo y se perdiera para encontrarse de nuevo.

Ahora ha vuelto y ha traído con ella esa coraza con la que he chocado insistentemente. Su sonrisa y su aire de naturalidad se mantienen, quizá como únicos restos de esa "chica ingenua que hay en mí y que no desaparecerá". Es esa parte de ella la que uno intuye que nunca más saldrá a la luz en una entrevista, que se quedará para los suyos, para aquéllos que nunca interpretaron sin saber.

Tal vez yo haya caído ahora en el mismo error, haya dado por hecho cosas que no son ciertas y no haya sabido interpretar lo que hay detrás de cada frase, porque como ella misma señala, detrás de cada frase hay algo más. Ojalá no haya sido así, ojalá estas intuiciones no sirvan para que la coraza se haga más profunda, pienso mientras me dispongo a transcribir una entrevista que comenzó una shoras antes con unas disculpas. "Siento mucho haber tardado", comenta Silke nada más entrar en la cafetería. Su piel es morena, algo natural si uno, como ella, vive en Ibiza. Lleva el pelo lacio, la cara lavada, pero su forma de moverse y su tipo llama la atención. Se nota que la gente no la ha olvidado.

¿Ha vuelto Silke al kilómetro Cero (así se titula su última película), a empezar de nuevo?
No, yo no creo que empieces de cero, continúas porque es imposbiel empezar de cero. Si lo hiciera ¿para qué sirve la vida? Yo me he parado, pero he continuado en el kilómetro en el que lo había dejado. ¡Si no fuera así, estamos apañados!

Dejaste todo cuando estabas en la cumbre de tu popularidad, cuando mucha gente hubiera matado por llegar ahí. ¿Qué pasó?
No supe llevar el precio de la fama. En ese momento, cuando lo dejé, pensé que lo hacía definitivamente.

Entonces, para ti lo de interpretar no es una forma de vida que absorbe todo, algo imprescindible.
Me alucina interpretar pero, en un momento dado, el precio que hay que pagar por todas las cosas positivas no estaba equilibrado, lo que me estaba sucediendo no podría llevarlo, me pesó y tuve que apartarme.

De ti se desprende un aire de fuerza importante, pero también de ingenuidad, como en tu papel de
Kilómetro 0 con esa chica ingenua hasta el extremo.
La ingenuidad se pierde con el tiempo, pero también pienso que las personas nunca cambian. Hay una parte de mí, ingenua, que nunca se irá.

De todas formas se te ve diferente, más mujer, más segura, pero menos confiada, tal vez porque en el mundo del cine hay muchos amigos de abrazos y besos.
Cuando eres una persona reconocida tienes cierto poder, entre comillas. Hay cierta gente que pretende caerte bien especialmente, más por lo que eres por fuera que por dentro. Eso es obvio, aunque también te encuentras con gente muy linda.

¿Eres soñadora?
Sí, ¡es que sin sueños!… (Por primera vez sonríe y suspira, tal vez recuerde alguno de ellos).

No te imagino sentada en una habitación estudiándote un papel, más bien en Ibiza junto al mar. ¿Cómo lo haces?
("Sí suele estar en la habitación", contesta su mnadre, que ha respondido con su rostro y sus gestos muchas de las preguntas. Se nota que ambas se llevan muy bien, que hay una relación fluida, sin imposiciones. Silke retoma la palabra). Depende de los papeles, tienes que informarte, tienes que buscar la intención de cada frase porque siempre, cuando se dice una frase, hay algo detrás.

¿Qué te ha enseñado más y de quíén has aprendido más?
Los que más me han enseñado han sido mis meteduras de pata. He aprendido mucho de mi hermano y mi hermana.

Dicen que uno es mucho de donde viene, de sus raíces. ¿Cómo es el entorno que rodea a Silke?
Muy variado, depende, es que cambio mucho de entorno, me muevo mucho, no tengo uno fijo. Cuando estoy en Barcelona con mi hermana tengo un entorno (ambas venden ropa a las tiendas); cuando estoy en Ibiza con mis amigos tengo otro, y cuando estoy en Madrid con mi familia, otro.

Yo tengo la idea de que eres una persona intuitiva, libre… ¿Es así?
Yo soy intuitiva, vital, pero también metódica (su madre dice que sí lo es y mucho, sobre todo para estudiar).

¿Te gusta verte en pantalla? ¿Sueles hacerlo?
No me veo a mí misma, no me puedo juzgar.

Pero ¿hay algún papel que no deberías haber hecho?
De todos mis papeles he aprendido algo. Todos me gustan, he tenido suerte. Lo podía haber hecho mejor, pero bueno...

No, si además vas a ser diplomática
No ¡te lo juro! No soy nada diplomática. Es verdad, cada uno tiene algo especial, con Candela, con Medem, en Tengo una casa.

Esta vez has vuelto para quedarte. ¿No te marcharás otra vez?
No estoy segura de nada. Si va todo como ahora, sí. Tengo muchas ganas de trabajar.

¿Qué tienes ahora que te permite trabajar, seguir adelante?
Pues que ahora paso más de todo, no me tomo las cosas de forma tan trascendente.

¿Crees que el que lea esta entrevista conocerá mejor a Silke?
Depende de cómo la hagas. Siempre interpretan los entrevistadores. Unas veces entienden tu esencia y otras no.