Vuelve al inicio
Entrevistas & Artículos Imágenes Multimedia Filmografía Miscelanea ?
Barra de colores

       
    Una corriente secreta  
       

Su nombre se pronuncia con admiracion tanto entre las gentes de la industria del cine como entre los aficionados. Su aire de Lolita mezclado con el encanto de una quinceañera Victoria Abril, su piercing provocativo, su desaliñado antiglamour, su desparpajo, su voz grave, tan personal y, sobre todo, su manera de moverse y de mirar, le han granjeado una popularidad casi instantánea que le ha valido anuncios publicitarios, toda clase de ofertas cinematográficas y un millón de artículos y reseñas en las más variadas revistas y periódicos. Una estrategia que parece perfectamente calculada.

No es una belleza clásica como lo es Liv Tyler, la belleza robada de Bertolucci, sino el modelo de una juventud al otro lado de las convenciones que aún pervive en este burqués fin de milenio. Tiene cierta pinta de bucanera vital, de anarquista divertidamente bohemia al borde de una ignorada y futura guerra galáctica. Pero hay tanto aguardentosa, sus inflexiones repletas de intención y finalmente observar sus felinos e ingenuos movimientos ante la cámara, cargados de erotismo.

Pero me quedo con su mirada, que es siempre el tesoro oculto, desde Bacall a Monroe, desde Redford a Brando, la clave interpretativa de los grandes. Silke mira, a sus compañeros de reparto y a nosotros, a quienes contemplamos fascinados en la oscuridad de una sala de cine, siempre con una intención oculta, con una atención inquietante. Y eso y nada más que eso es ser actriz de cine, la corriente secreta y subterránea hacia el manantial inconsciente de nuestros más antiguos sueños.

Con sólo tres películas, Silke ha saltado la banca del cinema patrio. Antes no había nada como ella y posiblemente sólo salgan algunas imitaciones clónicas en el futuro. Tampoco sus tres películas son convencionales. Dos de ellas corresponden al debú de dos mujeres como cineastas; dos comedias dramáticas sobre la soledad, la carencia y necesidad generacional de señas de identidad. Hola, estas sola?, de Icíar Bollaín, es una road movie -película que sitúa la acción a lo largo de un viaje-, a la vez que una apuesta por la solidaridad y la mistad. Tengo una casa, de Mónica Laguna, es más hermética, más en busca de un refugio, más en el final del camino, en el pavoroso momento de reunir recuerdos y odios, de hacer cuentas. La tercera de ellas, Tierrra, es una elegante fábula moral, un western telúrico, una de las más hermosas historias de amor y fantasmas rodadas por el cine patrio. Julio Medem construyó su cuento de viñedos de cochinilla y ángeles, con dos mujeres, la hermosa y elegante -para mí la mejor actriz hispana, Emma Suarez-, y la inquietante y salvaje Silke, la más fulgurante presencia física y talento natural que se ha visto en el celuloide por estos pagos en mucho tiempo.

El Suplemento Semanal (6-Octubre-1996)
Texto
Eduardo Torres-Dulce

Pagina Anterior Reportaje El Suplemento Semanal I Menu Principal Reportaje Anuario Fotogramas 1997 Pagina Siguiente
Volver a menú principal.