·De repente, usted se convirtió en un símbolo erótico. ¿Eso le esclavizó?
Siempre les pasa algo así a todas las actrices y actores que consiguen la fama. Pero el problema no era que se me considerase un símbolo sexual o erótico, sino que ya no podía estar sentada tranquilamente tomando el café en un bar; los familiares me trataban de otra manera porque me había hecho famosa, las cosas se vuelven raras... Ahora, ya he aterrizado.

·El mito surgió, sobre todo, del personaje de Mari, en la película "Tierra". Nos enamoró a todos.
Pues mira, la verdad es que el personaje de Mari no tiene nada que ver conmigo. En un actor, siempre hay un personaje para el público y luego lo que eres realmente. Y Mari no tiene nada que ver conmigo. Dentro de cada uno de nosotros existe un loco, un cuerdo, un poco de todo. Yo también tengo mi parte sexual, y la potencié para hacer el personaje. El cine es así: si tienes que hacer de puta, pues haces de puta, y sacas la parte de ti que pueda tener algo que ver con ello.

·¿Cómo era la vida a los 20 años, antes de la vorágine del cine?
Siempre he llevado una vida activa e intensa. A los 20 años vendía plata en una tienda. Viajaba mucho. Era una vida plácida. Cuando iba a rodar "Tierra", alguien me preguntó si me apetecía meterme en esa vorágine: ser actriz, hacerse famoso...

·¿Le molesta que sus fans la toquen, la besen, la abracen, la soben...?
No, no me molesta. Desde pequeña me han educado para tener contacto físico sin prejuicios con la gente. Todo depende de la intención y de la manera en que la gente se acerque. Prefiero dar besos antes que firmar autógrafos.

·Usted afirma que el sexo es secundario. ¿Eso no tiene algo de pose?
No. Lo que pasa es que hay una gran adicción sexual en la sociedad. Yo tengo relaciones sexuales y me gusta hacer el amor con mi pareja, pero no soy adicta al sexo. De hecho, tengo una sexualidad bastante equilibrada. Eso no quiere decir que sea célibe, claro.

·También ha dicho que comenzó en el cine gracias a su cuerpo. Eso le honra.
Vivimos en una sociedad bastante superficial. Si quieres trabajar de camarera, te cogen antes si eres guapa. Sin una cierta imagen, el personaje de Mari no hubiera funcionado. Soy consciente de que mi físico está bastante bien...

·Sí (glups).
Y mi físico me ha condicionado para que me salieran estos trabajos. Casi todos los personajes femeninos, en el cine, están interpretados por mujeres atractivas.

·Yo ya tengo ganas de encontrarme una fea en el cine.
Pues sí, no estaría mal.

·¿Qué hay que tener para gustarle?
Me gusta la gente con corazón. Fuerte, pero con corazón. Que da sin esperar nada a cambio.

·¿Y qué tipo de personas detesta?
No me gusta la gente que no da y que sólo coge. No me gusta la gente que hace chantajes emocionales.

·Y, para terminar, una pregunta indiscreta: ¿usa tampón o compresa?
Las dos cosas. Depende de si estoy en los primeros días de la regla o en los últimos.