Con tres películas en su primer
año de profesión, el éxito se convirtió en una bomba de relojería que
estuvo a punto de estallarle bajo sus pies y la empujo a dejar el cine.
Ahora cierra el parentesis con el estreno de "¿Y
tu que harias por amor?"
Ya ha pasado tiempo desde el boom que supuso su lanzamiento, y nada
parece haber cambiado en ella. Los tatuajes siguen en su sitio, los
piercings adornan diferentes y recónditas partes de su cuerpo y su personal
forma de vestir le acompaña. Sin embargo, hay una luz en la mirada de
Silke, en su cautelosa y meditada
forma de hablar, que dice que algo la ha transformado. Apenas puede
expresar con palabras -no tiene por qué- lo que ocurrió cuando su vida
dio tal vuelco a sus veintiún años, cuando nos fue descubierta por Julio
Medem. Fueron muchas cosas juntas, y todas demasiado rápidas.
En menos de siete meses, Silke,
por obra y magia de los medios de comunicación, que se fascinaron con
ella y la hicieron su objeto fetiche de deseo, se convirtió en una bomba
mediática, un punto de referencia ineludible en todo lo que sonara a
modernidad y cultura independiente, y pasó a vivir en una vorágine dispuesta
a engullirla.
Pero un piloto de aviso se encendió en su interior. Silke
supo que algo no iba bien y que, si no quería malograr su capacidad
para ser feliz, tenia que desaparecer. Y lo hizo. A lo largo de estos
cuatro años ha visto mucho cine, ha observado, ha analizado, ha vivido
y se ha enriquecido, como está dispuesta a demostrar con "¿Y
tú qué harías por amor?", dirigida por Carlos
Saura Medrano y con Fele Martínez
como compañero de reparto.
¿Se siente ahora más actriz?
Han pasado cuatro años y, obviamente, he crecido. Me siento más mujer,
y esa madurez se refleja en todos los actos de mi vida, en la interpretación
también. Cuando un actor trabaja con su riqueza interior, con el conocimiento
que surge de las experiencias, tanto mejor.
¿Está preparada para la que se le viene encima?
Me siento muy bien, más en mi sitio, menos vulnerable. Las cosas
sólo me afectan hasta el punto que me tienen que afectar.
Seguro que no le han faltado ofertas para volver
al cine. ¿Qué le ha hecho preferir esperar hasta "¿Y tú qué harías por
amor?"?
Esta oferta me pilló con muchas ganas de trabajar, y también con muchos
nervios porque siento que, de alguna manera, la gente está más expectante
ante tu trabajo y se me va a exigir más que antes.
¿Cómo ha sido el rodaje de la película?
Ha sido muy suave. Carlos Saura Medrano es una persona muy tranquila
pero que tiene muy claro lo que quiere y te lo hace saber. Con Carlos
me ha gustado que, a partir de que sabía exactamente lo que queria de
cada personaje, nos ha dado mucho espacio a los actores.
¿Y si las musas de la improvisación no inspiran
a una?
¿Sabe lo que creo? Que aunque el director lo tenga claro, al final
el personaje va a salir de ti, de tus registros, de tus experiencias.
Está muy bien cuando te dejan sacar estas cositas que guardas dentro
de ti. Yo siento que todos los, personajes están en mí: tengo dentro
una tía mala, una buena, una puta, una egoísta... Hay que buscarlas
y potenciarlas.
Parece que con Fele Martínez ha habido auténtica
química interpretativa.
Sí. Tenía muchas ganas de conocerle porque me habían dicho que era
muy buena persona. Me gusta la buena gente. Hemos conectado muy bien
como seres humanos y eso, a nivel interpretativo, se siente. Nos hemos
comunicado y ayudado muchísimo.
¿Le asustó medirse con artistas de la talla
de Paco Rabal y Geraldine Chaplín?
Cuando eres actriz y tienes una cierta fama los ves como personas
normales. Les tengo mucho respeto. Alguien como Geraldine Chaplin, una
mujer extraordinaria, con la fuerza que tiene, me ha impresionado. Siempre
que conozco a alguien así, sea actor, barrendero o camarero, me impresiono.
La pena es que apenas hemos tenido escenas juntas.
La película se desarrolla en un barrio deprimido.
¿Acaso, es de esas
cintas con mensaje social?
Pues sí, que cuando has encontrado a una persona a la que amas has
de tener cuidado porque el orgullo puede hacer que la pierdas. Hay que
dar oportunidades a la gente, ayudarles a cambiar.
Y usted, ¿qué haría por amor?
No te dig@ que llegara a matar, pero podría
ser muy mala. 'El amor es un sentimiento que a veces hasta me parece
peligroso.
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