Silke vuelve a las
pantallas con un drama suburbial que supone el debut de Carlos
Saura Medrano, hijo de Carlos Saura,
en la dirección. Con el respaldo de su hermano Antonio
Saura en la producción y el apoyo de su madrastra Geraldine
Chaplin en un pequeño papel, cuenta una historia de Jóvenes perdedores
protagonizada por Fele Martinez y Patxi
Freytez con colaboraciones de Paco Rabal
y Asunción Balaguer. Luis
(Fele Martinez) era el cabecilla de una
panda callejera, Los Capitanes,
formada por un yonqui, Lanas (Aitor
Merino), y un adolescente, Santos.
A las órdenes de un camello, don Vicente
(Paco Rabal), la muerte en una reyerta
de Santos, sobre quien Luis
había ejercido una influencia casi paternal, provoca su resolución de
cambiar de vida y quedarse al margen. Una idea que quiere inculcar en
su hermano Milio (Alberto
Escobar), que le admira como un dios, para que no cometa sus
mismos errores. La tragedia de Santos ha
cortado la historia de amor de su hermana, Sira
(Silke) con Luis;
pero no será su única complicación. Don Vicente
y su acólito Lobo (Patxi
Freytez) quieren impedir que Luis
deje el tráfico de drogas.
ADAPTACIÓN CINEMATOGRÁFICA
La película está basada en la novela de Martín
Casariego El chico que imitaba a Roberto
Carlos, una historia atractiva para Carlos
Saura Medrano, y que relata ocho días decisivos en la vida del
protagonista, sobre el que se enseñan significativos flashbacks. Explica
el director que la novela me gustó sobre todo por su tono romántico
y porque trata dos etapas cruciales en la vida de una persona: la del
niño que quiere ser mayor, y la del joven que añora la inocencia perdida.
Ya sabe que nada es como lo había pensado y además, se da cuenta de
que le toca pagar por a1gunas de las cosas que ha hecho. Eso está simbolizado
en los dos hermanos de la película: Luis
y Milio.
ACTORES: FE, ENTREGA Y LAZOS FAMILIARES
Con el primer borrador todos nos dieron el si, a pesar de que se lo
pasamos a Silke cuando ella estaba en su
etapa de descanso. Y todos esperaron casi un año hasta que pudimos ponerlo
en pie. Después de hacer Goya en Burdeos,
Paco Rabal se enteró del proyecto y, sin
decirme que contásemos con é1, se ofreció por puro Cariño Y Geraldine
Chaplin, nuestra madrastra, había hecho una especie de pacto
de estar en cualquier cosa que hiciéramos. Su papel en la novela no
existe; es el del padre de Luis
y Milio, que transformamos en madre
viuda. Y eso gana porque con ella, profesora de inglés en un barrio
marginal, se simboliza algo general: una historia de gente que ha ido
aterrizando en un mundo que les supera, añade Saura
Medrano.
EL ANTIHÉROE Y EL MALO
Fele Martlinez tuvo doble reto: el de enfrentarse
a un personaje desubicado obligado a actos de heroísmo, y el de cantar,
é1 que se confiesa nulo de oído, el tema de Roberto
Carlos El gato que está triste y azul.
Una asignatura que aprueba: Aquello fue como
ir a Lourdes. Todo el mérito es de los sintetizadores. Fele
analiza su personaje: Además del guión lei
la novela para captar a Luis, a1guien que ha asumido funciones protectoras
y que recibe presiones de todos lados. Pero en lugar de mandarlo todo
a paseo decide quedarse y aguantar el chaparrón. Patxi
Freytez (A los que aman)
es el malo: Rompo con la imagen romántica que
me ha tocado en todos los personajes que he hecho. Lobo es muy cruel,
pero lo entiendo. Es el vivo retrato del perdedor que muere matando.
Porque, aunque no muera físicamente , lleva muerto desde el día en que
nació.
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